En el sector alimentario global, los consumidores exigen cada vez más aceites de alta calidad, libres de impurezas y con propiedades estables. Para las empresas productoras de aceite de sésamo, especialmente en América Latina y Asia, dominar la etapa de refinado no es solo una necesidad técnica, sino una estrategia clave para diferenciarse en mercados competitivos como EU, Japón o los Emiratos Árabes Unidos.
Según estudios del Instituto de Tecnología Alimentaria (ITA), un control preciso de temperatura durante el refinado reduce hasta un 40% la formación de peróxidos, lo cual mejora significativamente la vida útil del producto. En nuestra experiencia con más de 50 plantas pequeñas y medianas, mantener el rango entre 70–85°C durante la deshidratación y la neutralización evita la degradación de los ácidos grasos insaturados, preservando el aroma y valor nutricional del aceite.
| Etapa del Proceso | Temperatura Ideal (°C) | Impacto en Calidad |
|---|---|---|
| Deshidratación | 70–75 | Reduce humedad residual → mejora estabilidad oxidativa |
| Neutralización | 80–85 | Minimiza pérdida de ácidos grasos volátiles |
| Adsorción de Carboactivado | 60–70 | Mantiene color natural y sabor original |
Las plantas que han implementado sistemas automatizados de control (como PLCs integrados con sensores de pH y viscosidad) reportan un aumento del 25–35% en la eficiencia operativa y una reducción del 50% en errores humanos. Una empresa de Indonesia logró aumentar su producción diaria de 2 toneladas a 3.5 toneladas sin comprometer la calidad, gracias a una línea de refinado con monitoreo en tiempo real.
Además, estos sistemas permiten registrar datos históricos por lote, lo que facilita auditorías de calidad y cumple con normativas internacionales como ISO 22000 o HACCP — claves para exportar a mercados exigentes como Alemania o Canadá.
El camino hacia la excelencia no se construye solo con maquinaria, sino con conocimiento aplicado. Desde la selección de semillas hasta la última etapa de empaque, cada paso debe ser medido, optimizado y documentado. Empresas que adoptan estas prácticas no solo mejoran su margen, sino que también ganan confianza internacional.
¿Tu planta aún opera con métodos manuales o semi-automatizados? Es momento de pensar en cómo mejorar tu proceso de refinado para escalar con calidad y competitividad global.
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