El prensado del aceite de sésamo ha evolucionado significativamente, integrando técnicas que equilibran calidad del producto y rendimiento industrial. Este análisis aborda las diferencias fundamentales entre los métodos de prensado en frío y en caliente, destacando las tendencias tecnológicas actuales y las mejoras en equipos que permiten alcanzar una mayor eficiencia en la producción y un aceite de calidad superior.
El prensado en frío se realiza a temperaturas inferiores a 50°C, preservando la integridad de nutrientes y compuestos aromáticos. Por su parte, el prensado en caliente involucra temperaturas rondando los 120-150°C, lo que incrementa el rendimiento pero compromete parcialmente el perfil nutricional y sensorial del aceite.
| Aspecto | Prensado en Frío | Prensado en Caliente |
|---|---|---|
| Temperatura de prensado | <50°C | 120-150°C |
| Retención de nutrientes (Vitamina E, sesamina) | Alta (95-98%) | Moderada (70-80%) |
| Rendimiento de aceite | 35-40% | 45-50% |
| Perfil aromático | Más intenso y natural | Más suave, con menos matices |
| Aplicación ideal | Productos gourmet, cosméticos y suplementos | Producción masiva industrial |
Las pequeñas y medianas empresas tienden a favorecer el prensado en frío para posicionar sus aceites en segmentos premium, donde la calidad nutricional y el aroma constituyen un valor diferencial. En contraste, los productores industriales priorizan el rendimiento y coste por unidad, optando frecuentemente por el prensado en caliente, incorporando soluciones para minimizar la pérdida de calidad.
Las últimas máquinas de prensado integran sistemas automáticos de control de temperatura que mantienen constantes las condiciones óptimas para preservar compuestos termolábiles, logrando un equilibrio entre rendimiento y calidad final. Además, la introducción de estructuras multietapa en el prensado permite extraer mayor cantidad de aceite sin someter las semillas a temperaturas excesivas.
Otro avance clave es la incorporación de tecnologías de ahorro energético y reducción de emisiones contaminantes en equipos diseñados según normas ISO 14001, que permiten a los fabricantes cumplir regulaciones ambientales y optimizar costes operativos a largo plazo.
Una fábrica mediana en Asia implementó una línea de prensado con control térmico automatizado y diseño multietapa, observando un aumento del 18% en el rendimiento de aceite y una mejora del 15% en los índices antioxidantes medidos tras 12 meses. Esta modernización permitió elevar la categoría del producto a nivel internacional, incrementando la cuota de mercado en sectores alimenticios y cosméticos.
La elección del equipo debe basarse en objetivos claros: priorizar la calidad del aceite o su volumen de producción. Para proyectos orientados a mercados premium, se recomienda invertir en prensas con control térmico estricto y gestión inteligente de etapas. Para producción a escala industrial, priorizando eficiencia, equipos robustos y flexibles con mejoras en consumo energético son clave.
Además, un socio tecnológico que ofrezca servicio postventa, capacitación y actualización de software garantiza la adaptación continua a normas globales y tendencias del mercado.