¿Alguna vez te has preguntado cuál es la diferencia real entre el aceite de sésamo extraído por prensado en frío y por prensado en calor? En este artículo, te llevaremos a un viaje profundo para entender cómo estos dos procesos influyen en la calidad, el sabor y la salud del aceite de sésamo, especialmente cuando se trata de elegir un aceite de alta calidad para el mercado de exportación.
El proceso de prensado en frío se realiza a temperaturas bajas, generalmente por debajo de 60 grados Celsius. Esta temperatura controlada es crucial para preservar los nutrientes esenciales en el aceite de sésamo, como la vitamina E, el ácido linoleico y el ácido oleico. Según un estudio publicado en una revista de ciencia de los alimentos, la tasa de conservación de la vitamina E en el aceite de sésamo prensado en frío puede alcanzar hasta el 90%, mientras que en el prensado en calor, esta tasa puede bajar a menos del 60%.
En contraste, el prensado en calor se lleva a cabo a temperaturas más altas, superando los 120 grados Celsius. Aunque este método puede aumentar la producción de aceite, la alta temperatura puede dañar los nutrientes sensibles. Por ejemplo, el ácido linoleico, un ácido graso insaturado esencial, puede oxidarse y perder su actividad biológica en condiciones de alta temperatura.
Indicadores | Prensado en frío | Prensado en calor |
---|---|---|
Tasa de conservación de nutrientes | Alta (hasta 90% de vitamina E) | Baja (menos del 60% de vitamina E) |
Intensidad del aroma | Natural y suave | Fuerte y cocido |
Diferencia de costos | Alto (por la baja producción) | Bajo (por la alta producción) |
Escenarios de aplicación | Ensaladas domésticas, restaurantes de alta gama | Industria alimentaria |
En los restaurantes de alta gama, el aceite de sésamo prensado en frío es muy apreciado. Por ejemplo, un famoso restaurante de cocina china en París utiliza exclusivamente aceite de sésamo prensado en frío para sus ensaladas y salsas, ya que su aroma natural y la riqueza en nutrientes pueden realzar la calidad de los platos. En cambio, en la industria alimentaria, el aceite de sésamo prensado en calor es más popular debido a su bajo costo y alta producción. Por ejemplo, en la producción de snacks, el aceite de sésamo prensado en calor se utiliza ampliamente como materia prima.
Si quieres experimentar el placer de hacer tu propio aceite de sésamo en casa, aquí te damos algunos consejos. Primero, necesitas un prensador eléctrico pequeño y adecuado para el hogar. Estos prensadores son compactos y fáciles de usar, y pueden garantizar una temperatura adecuada durante el proceso de prensado. Además, es importante controlar la temperatura durante el prensado, manteniéndola por debajo de 60 grados Celsius. Después de obtener el aceite, guárdalo en un recipiente oscuro y en un lugar fresco para preservar sus nutrientes y aroma.
En resumen, tanto el aceite de sésamo prensado en frío como en calor tienen sus propias ventajas y aplicaciones. Si estás buscando un aceite de alta calidad para la exportación, especialmente para el mercado de alimentos saludables y de alta gama, el aceite de sésamo prensado en frío es una mejor opción. Sin embargo, si la producción y el costo son tus principales preocupaciones, el aceite de sésamo prensado en calor puede ser más adecuado para la industria alimentaria.
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