El aceite de cacahuete es un componente esencial en la cocina de muchas familias en todo el mundo. Su sabor único y sus propiedades nutritivas lo convierten en una elección popular para cocinar y aderezar alimentos. Hoy, vamos a adentrarnos en el fascinante proceso de producción de aceite de cacahuete y cómo una empresa se esfuerza por ser un ejemplo de sostenibilidad ambiental a través de la reutilización de los residuos.
El proceso comienza con los cacahuetes con cáscara. Estos cacahuetes se cargan en una máquina de descascarillado especializada. La máquina utiliza una combinación de presión y movimiento para separar la cáscara del grano. En promedio, se pueden descascarillar alrededor de 500 kilogramos de cacahuetes por hora, lo que garantiza una producción eficiente.
Después del descascarillado, los cacahuetes se someten a dos procesos diferentes: prensado en caliente y prensado en frío. El prensado en caliente implica calentar los cacahuetes a una temperatura de alrededor de 120 grados Celsius. Este proceso aumenta la tasa de extracción de aceite, llegando a una tasa de extracción del 45 - 50%. Por otro lado, el prensado en frío se realiza a temperaturas inferiores a 40 grados Celsius, lo que preserva mejor los nutrientes y el sabor natural del aceite, aunque la tasa de extracción es ligeramente menor, alrededor del 40 - 45%.
Antes de la extracción del aceite, los cacahuetes se someten a un proceso de limpieza. Se colocan en una máquina de limpieza que utiliza agua y filtros para eliminar impurezas, como tierra y piedras. Esta máquina tiene una capacidad de limpiar alrededor de 300 kilogramos de cacahuetes por hora, lo que garantiza que solo cacahuetes de alta calidad se utilicen en la producción de aceite.
Durante la cocción, la temperatura de tostado es crucial. Si se tostan a una temperatura adecuada, alrededor de 130 - 140 grados Celsius, los cacahuetes liberan mejor el aceite y adquieren un sabor más rico. La empresa controla cuidadosamente esta temperatura para garantizar la calidad del aceite final.
Después del tostado, los cacahuetes se trituran. Este proceso rompe las células de los cacahuetes, lo que facilita la extracción de aceite. Además, la cáscara triturada también se puede utilizar en la producción de alimentos para animales, lo que reduce los residuos y aprovecha al máximo los recursos.
Para el prensado de aceite, la empresa utiliza una prensa de aceite de tornillo helicoidal. Esta prensa es altamente eficiente y puede extraer aceite a una velocidad de alrededor de 200 litros por hora. La calidad del aceite extraído es excelente, con un bajo contenido de impurezas.
Uno de los aspectos más destacados de este proceso de producción es la reutilización del pasto de cacahuete. El pasto de cacahuete, que es el residuo después de la extracción de aceite, se puede utilizar de varias maneras. Por ejemplo, se puede convertir en harina de proteínas de cacahuete, que es una excelente fuente de proteínas para alimentos para animales. También se puede utilizar directamente como alimento para animales. Un granjero local contó que desde que comenzó a utilizar el pasto de cacahuete como alimento para sus vacas, la producción de leche de sus vacas ha aumentado en un 10%.
Después de la extracción, el aceite se somete a un proceso de refinación para eliminar impurezas y mejorar su estabilidad. Finalmente, el aceite se envasa en botellas de alta calidad, listo para ser distribuido. La empresa se asegura de que cada etapa del proceso sea controlada con precisión, desde la selección de los cacahuetes hasta el envasado final.
En resumen, esta empresa demuestra un compromiso sólido con la calidad y la sostenibilidad ambiental en la producción de aceite de cacahuete. Su enfoque en la reutilización de residuos no solo reduce el impacto ambiental, sino que también maximiza el aprovechamiento de los recursos. Si está buscando un proveedor confiable de aceite de cacahuete que valore la calidad y la sostenibilidad, ¡no dude en contactarnos hoy mismo!
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